Sólo quedó tu sombra
apenas tenue, casi imperceptible,
sobre la vereda del olvido.
Y en el hueco de la ventana,
desde tu mirada indagante
se asoma aún tu corazón de niño,
en ruegos que se desbordan
en súplicas e interrogantes.
(No puedes contigo mismo...)
Allá van con nuevos rumbos
Tus Letras y Tus Palabras
(Marionetas del destino)
Cargas mochilas de angustias
pero la aventura es tu signo.
Lucy Iaq
viernes, 27 de febrero de 2009
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