El vino de la vida
Lloro
las horas vanas de un domingo
que aún no comienza.
Mojo los labios
en el vino del tiempo,
lo degusto despacio.
El sabor dulce
se apega debajo de mi lengua
y permanece...
Allí están mis ausencias
(Tus ausencias)
que mojan mis desvelos.
Llega tu mano inquieta
y sólo te das cuenta
que las mías están húmedas...
No las presientes
sumergidas en lágrimas.
Busco en tu boca apagar tristezas
Se juntan los sabores
Uno irreversible,
el de aquellos
años
de risas escondidas.
Otro...
Omitido en tu conciencia.
(Paco de Lucía marca en sus
seis cuerdas,
el andar de la sentencia
Y Lorca cumple su destino, cada noche,
deslizándose por ellas)
Prevalecen juntos los sabores
sometidos
a la gloria de los sueños
El de tus besos...
Y, el de aquel vino de la vida
que esperó hasta hoy
para que lo supiera.
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