Aunque ya no pueda
aplacar las furias
de tantos océanos
que habitan tu mente,
amansaré la espuma
del oleaje altivo
cuando llegue y rompa
sobre esta escollera.
Juntarán mis manos.
los restos silentes
de aquellos reflejos
de un triste pasado
Y arrodillada
en la blanca arena
ofreceré tus glorias
al infinito cielo.
Lucy Iaq
viernes, 10 de abril de 2009
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